jueves, 15 de septiembre de 2016

Singladura num. 9 Arribamos a Kasos

A las 05.00 HRB Jaime y Fernando han llevado a Ángel y Mª Antonia al aeropuerto, donde éstos han cogido el primer vuelo a Atenas. A su regreso al barco, los dos han continuado descansando, ya que hoy no teníamos prisa en partir. La singladura prevista para hoy no es muy larga, y ademas los días tienen muchas horas de sol, por lo que no hay problema alguno en fondear con luz en una cala o en arribar a un puerto antes del anochecer.



A las 11.15 HRB, después del típico desayuno a bordo, hemos levado ancla para abarloar a continuación el barco al muelle. De esta forma nos hemos quedado suficientemente cerca de la boca de agua, en el muelle, a la que enchufar la manguera para llenar uno de los depósitos de agua. Es bueno partir, siempre que se pueda, con los depósitos llenos, ya que el agua es un bien escaso en un barco. Nosotros no la usamos para su consumo como agua potable, pero si se gasta mucha en tareas de limpieza, básicamente en la cocina, y duchas.



Eran las 12.00 HRB cuando hemos zarpado del puerto de Pigadhia rumbo Kásos, la ísla mas meridional del Dodecaneso. A esa hora, la fuerza del viento era 6, con componente W, y marejada fuera del puerto. La idea inicial era recalar a mediodía en una cala o en un fondeadero entre Ak Ammorphos y Ak Kastéllos, para bañarnos y comer. Sin embargo a la vista del viento y mar que teníamos, hemos considerado que esto no era conveniente ya que en esa costa no existe ningún lugar que constituya buen refugio con el tiempo que tenemos hoy. Al S de Ak Ammorphos han entrado rachas de viento de casi 40 nudos, es decir, mas de 70 Km/h.

A las 13.40 HRB hemos doblado Ak Kastéllos habiendo pasado poco antes cerca del barco varado y abandonado desde hace años en esta costa. Estos pecios son bastante frecuentes en las islas griegas, y son un gran atractivo para los buceadores. Con ello, entrábamos en el canal que existe entre Kárpathos y Kásos. El nuevo rumbo era 290º, entrándonos la mar directamente por proa, produciendo continuos pantocazos

A esa hora hemos tomado unas cervezas y unos snacks a modo de aperitivo, para después comer fruta. Hoy era esto lo mas conveniente, evitando así el bajar a la cámara para preparar otro tipo de comida.

A las 15.00 HRB hemos dejado por estribor el islote Vrak, virando poco después al nuevo rumbo de 255º. Las condiciones meteorológicas, de viento y mar, continuaban igual en esta costa occidental de Kásos. Veinte minutos después el viento amainaba, y la mar bajaba bastante. 



A las 16.00 HRB nos abarloábamos al muelle del puerto de Fri, justo detrás de dos veleros, y ayudados con los cabos por un inglés. Este es el puerto de Kásos, el cual ha sustituido recientemente al viejo y pequeño puerto situado media milla mas al N. Este nuevo puerto tiene un muelle exterior muy largo, con una gran dársena. Y en una zona del puerto cercana a la población hay una zona reservada a los pequeños pesqueros.



Tras amarrar hemos decidido tumbarnos una siesta. Al haber estado todo el barco cerrado para evitar que entrara el agua, en los camarotes hacía bastante calor. Al despertarnos de la siesta se ha acercado el alemán para curiosear. Nos ha dicho que lleva unos diez años viviendo con su mujer muchos meses, al año, en esta isla, y regresando a Alemania solo un par de meses para revisiones médicas. Nos ha contado que la población de esta isla, que ahora estima en menos de mil personas, se ha diezmado desde que él empezó a venir, habiendo emigrado nueve de cada diez isleños. Nos ha recomendado dos tabernas, cerca ambas del puerto, aunque nos ha dicho que él y su mujer hoy van a ir a una concreta de ellas, Taverna Milos, pues es el día que tienen asado de pierna de cordero. Hoy es uno de los días que llega el ferry y en él traen suministros, tanto para el comercio como para las tabernas de esta isla.



Poco después de marcharse el alemán se ha acercado de nuevo el inglés, con el que hemos estado charlando un rato. Se ha visto obligado a permanecer en este puerto pues se ha averiado el motor intraborda de su velero, y aqui existe un mecánico capacitado para su reparación. No es de extrañar ya que en esta isla hay varios barcos pesqueros, que sin duda también tendrán alguna que otra avería. Nos comenta que ha de esperar todavía dos semanas para cobrar la pensión, y poder pagar con ella esa reparación. En los meses de invierno deja su barco en Rethimno, Creta, pasando los restantes cuatro meses del año en su casa en Chiclana, Cádiz. Piensa vender esa casa en España para comprar, por la tercera parte del dinero de la venta, otra aquí, en Grecia.



Un poco mas tarde ha arribado el ferry, con su carga de turistas y suministros para la isla. Es uno de esos grandes ferries con espacio para vehículos de turismo y también grandes camiones. Estos ferries parten de Rodas o desde el Pireo, recalando en varias islas, dando servicio a todas ellas.




A la hora de la cena, hemos decidido ir a la taberna en la que hoy tienen asado de cordero, resarciéndonos así de la frugal comida. En Grecia, como en mucho otros países del entorno mediterráneo a diferencia de España, los corderos que se cocinan no son lechales, ni tampoco recentales: son corderos de mas edad. A pesar de ello, por la forma de cocinarlos, no tienen ese sabor intenso que tienen los corderos de edad en nuestro país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario