sábado, 17 de septiembre de 2016

Singladura num. 11 Entramos en el Mar de Creta

A las 06.20 HRB empezábamos a preparar el desayuno, para poder zarpar hoy pronto. Una vez desayunados, a las 07.15 HRB levábamos ancla. En ese momento Jaime ha observado que la roldana no iba bien, ajustándola para que al subir la cadena, ésta no la desgastara. Hoy el rumbo nos llevaría cruzando el Estrecho de Kásos a la punta NE de Creta, cerca del Cabo Sidheros, .



A esa hora, no había viento alguno y la mar estaba como un plato. Antes de abandonar las aguas de Kasonisia, nos hemos cruzado con un pesquero que iba faenando. Ha sido el primero de los tres barcos que hemos avistado hoy. Los otros dos, un carguero y un velero, los hemos visto por la linea del horizonte. No hay muchos navegantes por estas aguas.



Eran las 09.30 HRB cuando hemos salido del Egeo para entrar en el Mar de Creta. Poco a poco estaba entrando la brisa, que a las 11.00 HRB era ya fuerza 4, de componente W, y con marejadilla. Nos estábamos acercando a la isla Elasa, situada frente a Creta. El alemán que habíamos conocido hace un par de días en Kásos nos había dado la predicción meteorológica para hoy en estas aguas próximas a Creta. Esta predicción no se ha cumplido en absoluto. También nos había comentado que en Elasa había una bonita cala en la que fondear, pero al aproximarnos a ella, hemos comprobado que es una cala adecuada para botes o barcos con poco calado. Por tanto, no podíamos hacer otra cosa que buscar una cala en la costa. En ese momento el viento había arreciado, subiendo a fuerza 5.


A las 12.00 HRB fondeábamos en Ormos Dhaskalia, al S de Ak Sidheros, en (35º 17´,14 N, 026º 17´,6 E). Es una cala con escaso refugio frente a estos vientos, y sobre todo frente a las fuertes rachas que les acompañan, pero era el único fondeadero existente en esa zona. Al final de la cala hay una playa, con dos chiringuitos, que estaba vacía. Esa playa está en una lengua de tierra, un istmo, en uno de cuyos extremos está aquel cabo Sidheros. Al otro lado del istmo, en su cara W, la mar rompía hoy con fuerza.




El resto de la mañana, hasta la hora de comer, lo hemos dedicado a bañarnos, para mitigar el calor que hace. Fernando ha nadado hasta la playa para ver qué mas había en ese istmo.

Después de comer, a las 15.10 HRB hemos levado ancla, con rumbo a un pequeño puerto pesquero situado unas millas al S. Al tener viento de través hemos izado génova bajando a vela en una bonita navegada. El viento iba subiendo, alcanzando fuerza 6 a las 16.00 HRB.



A esa hora entrábamos por la bocana de Kouremenos, ese pequeño puerto pesquero. La maniobra de atraque ha sido muy complicada, tanto por el viento como por el reducido espacio para la maniobra que hay en la dársena. Solamente había un hueco entre un velero francés y un pesquero con pinta de estar abandonado, todo ello cerca de la luz verde de la bocana.



En este hueco hemos atracado tras tirar el ancla en medio de la dársena, y dando marcha atrás evitando que el viento nos llevase contra el pesquero. A base de brazos hemos evitado que la maquinilla de pescar de dicha embarcación dañase nuestra regala y los candeleros de estribor. A las 16.30 HRB quedábamos firmemente amarrados, asegurando nuestra posición con un spring y un través a babor, otra amarra al pesquero para evitar que el viento nos llevase contra el muelle, y las dos amarras de popa a este muelle. Este puerto no es, desde luego, el puerto ideal, pero es el que aquí hay.




Esta parte de la isla de Creta está muy cuidada, cultivando los campos que pueden ser mas fértiles. El resto de la tarde lo hemos pasado descansando a bordo.



A la hora de cenar, la idea inicial era la de ir caminando hasta una taberna de las existentes en un cercano núcleo de población de esa misma orilla, ya que en el puerto solo habíamos visto un chiringuito. Sin embargo, al saltar a tierra y pasar por delante de dicho chiringuito hemos visto que había bastantes mesas ocupadas, y esto siempre es un buen signo. Al acercarnos, nos hemos dirigido al hombre que estaba cocinando en una gran parrilla, pues tenía pinta de ser el tabernero. Él enseguida nos ha remitido "al boss", es decir, su mujer. Ésta es una mujer grande, con carácter, que nada mas vernos y sin preguntarnos nada, aunque viendo el gesto que le hacía su marido, nos ha sentado en una de las mesas. Al preguntarla por los posibles platos para cenar, ha soltado en inglés, y de corrido, una lista de seis o siete platos. Cuando le hemos preguntado por alguno de ellos, no ha entendido la pregunta, pero al escuchar después nuestro "repeat, please", ha comprendido lo que tenía que hacer: volver a repetirnos la misma lista anterior. Es una mujer que sabe justo lo necesario para llevar su negocio, y con eso le basta.



De todo los platos que tenían hemos escogido los que se hacen a la parrilla: souvlakis de cerdo y pollo. Y a estos les han acompañado los entrantes de la casa: pan con tomate, queso con patatas fritas y salchichas a la brasa. Para beber, el vino blanco de la casa - el habitual "medio kilo" - y Coca-Cola.  Y de postre, sandía y helados. Ha sido una cena sencilla, en un lugar sencillo, pero buena y sabrosa.

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